sábado, 16 de enero de 2010

El cuerpo en la danza: aproximación desde una colaboración entre el análisis estadístico y la autoetnografía

(Ponencia presentada en la VIII Reunión de Antropología del Mercosur. Universidad Nacional de San Martín)

Mariana del Mármol
Ana Sabrina Mora
Mariana Sáez


Introducción
El análisis que presentamos en esta ponencia se desprende de algunos de los resultados de un trabajo etnográfico que una de las autoras ha realizado en la Escuela de Danzas Clásicas de la ciudad de La Plata (provincia de Buenos Aires), cuyo principal eje de indagación ha estado puesto en las experiencias, representaciones y prácticas construidas en torno al cuerpo, el movimiento y la subjetividad durante el proceso de formación en las artes del movimiento que se enseñan en esa institución (Danzas Clásicas, Danza Contemporánea y Danza - Expresión Corporal), tanto por parte de las y los estudiantes como de las y los docentes. En este trabajo de investigación, junto con las observaciones, la participación observante y las entrevistas, se realizó una encuesta1, en cuya ejecución participamos las tres autoras de esta ponencia. Esta encuesta fue diseñada con el objetivo de acercarse a cuestiones que habían surgido en las entrevistas y que se deseaba profundizar y ampliar, y a la vez con la intención de extender el análisis a una mayor población de informantes. Se esperaba que la encuesta pudiera funcionar a la vez como un control cuantitativo de los resultados obtenidos por medio del análisis cualitativo, y que abriera nuevos interrogantes y posibilidades de análisis.
La muestra2 se obtuvo de la realización de encuestas a estudiantes de la tecnicatura y profesorado en Danzas Clásicas, tecnicatura y profesorado en Danza Contemporánea y profesorado en Danza - Expresión Corporal. Fueron distribuidas entre los encuestados para su auto administración, durante tiempos de espera de ensayos, pausas entre clases y otros momentos. La encuesta incluye preguntas con distinto grado de estandarización: cerradas, abiertas y semi-abiertas, con un total de 22 preguntas, que se completaron en un promedio de veinte minutos. Las preguntas buscan conocer las representaciones sobre el cuerpo propio, los cuerpos de los otros y el cuerpo-para-la-danza.

Resultados del análisis estadístico
A partir de la encuesta se construyó una base de datos en el programa SPSS. Se consideraron 45 variables, 25 de las cuales se analizaron en forma independiente y las restantes 20 conformando conjuntos de respuestas múltiples, ya que provenían de la respuesta a una misma pregunta. Todas las variables son cualitativas categóricas, excepto la variable edad que es ordinal.
La muestra está conformada por 108 estudiantes, que se distribuyen en las tres carreras de la siguiente manera: 32 (29,6%) son estudiantes de danza clásica, 37 (34,3%) son estudiantes de danza contemporánea y 39 (36,1%) son estudiantes de expresión corporal. El 89 % de los encuestados son mujeres, en tanto que el 10,2% hombres. En cuanto a la edad promedio de los alumnos de cada carrera observamos que para danza clásica es de 20,19 con un desvío Standard de +/- 5,26 (edad mínima 12 años, edad máxima 32 años), para danza contemporánea la media es de 23,81 con un desvió Standard de +/- 4,21 (edad mínima 16 años, edad máxima 35 años) y para expresión corporal el promedio es de 24,18 y el desvío Standard de +/- 4,4 (edad mínima 18 años, edad máxima 35 años). Mientras que para los casos de danza contemporánea y de expresión corporal no se tuvo en cuenta la edad de los informantes al momento de tomar la encuesta, en el caso de danzas clásicas se estableció un mínimo de edad de 12 años, tomando en cuenta que a esta carrera se puede ingresar desde los 8 años, mientras que en las otras no hay alumnos con menos de 15 años. Ese mínimo de edad no fue de 15 años, debido a que la población de alumnos de la carrera de danzas clásicas por sobre esta edad es reducida.
En el análisis estadístico utilizamos tablas de contingencia, análisis de frecuencia, test de chi2, test de diferencia de medias y test de diferencia de proporciones maestrales, aplicados a los resultados de las encuestas. Sólo las respuestas obtenidas a través de preguntas con opciones cerradas fueron factibles de ser analizadas por medio de procedimientos estadísticos. Las respuestas obtenidas a partir de preguntas abiertas fueron sistematizadas pero no se les aplicó
ningún test estadístico.
Esto aportó información acerca de las semejanzas y diferencias entre las respuestas de los tres grupos definidos por la danza que practican, incluyendo la indagación sobre si las diferencias obtenidas en la muestra son o no significativas, y acerca de las relaciones y los grados de dependencia entre distintas variables. En todos los casos se tomará como base de clasificación la variable “danza que practica el/la encuestado/a” y se la comparará con las restantes variables de la base de datos, con el objetivo de ver si puede decirse que se trata de tres grupos o poblaciones diferenciadas.
La aplicación de los procedimientos de análisis estadístico mencionados dio como resultado una serie de relaciones entre variables cuyas diferencias no son estadísticamente significativas, y otra serie en la cual las diferencias son estadísticamente significativas.
No se encontraron diferencias significativas con ninguno de los tests en la relación de las siguientes variables con la variable “danza”. Esto significa que no hay una asociación directa entre el tipo de danza que se practica y la respuesta a la pregunta. Las primeras seis variables corresponden a preguntas con respuestas dicotómicas o con opciones múltiples; y las últimas siete son parte de un grupo de enunciados respecto de los cuales se le solicitaba al encuestado que marque si estaba totalmente de acuerdo, de acuerdo en parte o totalmente en desacuerdo con cada afirmación :
- “¿cuándo vas por la calle qué mirás de otra persona?” (el cuerpo en general / la cara / ciertas partes del cuerpo).
- “¿te gusta mirarte en el espejo?” (frecuentemente / algunas veces / pocas veces / muy raramente).
- “¿cuidás tu alimentación?” (si / no).
- “¿te cuidás el aspecto de tu cuerpo?” (si / no).
- “¿tenés piercing?” (si / no).
-“cuando bailás ¿tenés conciencia de lo que pasa al interior de tu cuerpo?” (frecuentemente / algunas veces / raramente / nunca).
-“el cuerpo es algo frágil y no debe ser violentado”
- “utilizo mi cuerpo como un instrumento”
-“cada uno tiene el cuerpo que ha construido”
- “debemos escuchar a nuestro cuerpo”
- “el cuerpo tiene toda una vida espontánea que no podemos controlar”
- “no pienso en utilizar mi cuerpo, sólo lo vivo”
- “el cuerpo tiene límites que debemos respetar”
En las siguientes variables, se comprobaron diferencias significativas respecto de la variable
“danza”:
- “sexo”: utilizando el test de proporciones muestrales3, se observan diferencias significativas en la proporción de hombres en danzas clásicas y en danza contemporánea respecto de expresión corporal, siendo menor la proporción en esta última; no se encuentran diferencias significativas entre danzas clásicas y danza contemporánea. Es significativa la menor cantidad de hombres en la carrera de expresión corporal.
- “edad”: utilizando el test de diferencia de medias4, hay diferencias significativas en el promedio de edad en expresión corporal y en danza contemporánea respecto de danzas clásicas, siendo menor en esta última. La edad media de la carrera de danza clásica difiere significativamente de la de las otras dos carreras que no presentan diferencia significativa entre sí.
- “en tu entorno ¿es el cuerpo objeto de conversación?” (frecuentemente / algunas veces / raramente / nunca): utilizando el test de proporciones muestrales, se observan diferencias significativas entre danzas clásicas y danza contemporánea, y entre danza contemporánea y expresión corporal., aunque no entre danzas clásicas y expresión corporal. El cuerpo es tema de conversación “frecuentemente” en contemporáneo más que en las otras dos carreras.
- “¿que es lo más importante de tu cuerpo?” (su apariencia / su funcionamiento): utilizando el test de proporciones muestrales, hay diferencias significativas solamente entre danzas clásicas y expresión corporal. Para la mayor parte de los alumnos de expresión corporal y de danza contemporánea, lo más importante es el funcionamiento del cuerpo, y ninguno indicó que lo es la apariencia; sí algunos marcaron ambas opciones. En danzas clásicas aparece el único caso que solamente marcó “su apariencia”. De todos modos, en las tres carreras los mayores porcentajes (en los tres casos, más del 65 %) se concentran en la opción “su funcionamiento”.
- “¿hay circunstancias en las que sentís que tu cuerpo es un obstáculo?” (si/no): utilizando el test de diferencia de proporciones maestrales, hay diferencia significativa para la respuesta afirmativa entre danza contemporánea y expresión corporal. No la hay entre danzas clásicas y danza contemporánea, ni entre danzas clásicas y expresión corporal. La mayor proporción de casos en los que se afirma que en ocasiones el cuerpo se siente como un obstáculo se encuentra entre los alumnos de danza contemporánea. Más detalladamente, las proporciones de respuestas positivas son 34 % para expresión corporal, 46 % para danzas clásicas y 56 % para danza contemporánea.
- “¿tenés tatuajes?” (si / no): utilizando el test de proporciones maestrales, hay diferencia entre las proporciones de respuestas afirmativas en danza clásica y expresión corporal. No la hay entre danzas clásicas y danza contemporánea, ni entre danza contemporánea y expresión corporal. La mayor proporción de personas con tatuajes se encuentra en expresión corporal. De todos modos se trata de proporciones bajas para las tres carreras (no más de 23 %).
- “conozco los recursos que posee mi cuerpo” (estoy totalmente de acuerdo /estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo): utilizando el test de proporciones muestrales, hay diferencias significativas en las proporciones de elección de la opción “estoy totalmente de acuerdo” entre los alumnos de danza contemporánea y expresión corporal respecto de los de danzas clásicas. No hay diferencia en los alumnos de danza contemporánea y expresión corporal entre sí. El porcentaje de personas que afirman estar “totalmente de acuerdo” con esta afirmación es mucho mayor en danzas clásicas (63 %) que en danza contemporánea y expresión corporal (21 % y 32 % respectivamente).
- “debemos utilizar el cuerpo al máximo de sus capacidades” (estoy totalmente de acuerdo /estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo): utilizando el test de diferencia de proporciones muestrales se observan diferencias significativas en las proporciones de la opción “estoy totalmente de acuerdo” entre los alumnos de danzas clásicas y expresión corporal. No hay diferencias significativas entre danza clásica y danza contemporánea, ni entre danza contemporánea y expresión corporal. Los alumnos de danzas clásicas están “totalmente de acuerdo” con “utilizar el cuerpo al máximo de sus capacidades” en un 70 %, en tanto que los de danza contemporánea lo están en un 56 % y los de expresión corporal en un 42 %.
- “me gusta llevar mi cuerpo al extremo de sus límite” (estoy totalmente de acuerdo / estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo): aplicando el test de chi cuadrado para pruebas de independencia5, se obtiene una diferencia significativa que indica que hay una relación de dependencia entre la danza que se practica y el grado de acuerdo o desacuerdo con esta afirmación. Utilizando el test de diferencia de proporciones muestrales, se observan diferencias significativas en la proporción de alumnos que selecciona la opción “estoy totalmente de acuerdo” de expresión corporal respecto de los de danzas clásicas y de los de danza contemporánea, en tanto que no se observan diferencias significativas entre danzas clásicas y danza contemporánea. Ningún alumno de expresión corporal estuvo totalmente de acuerdo con esta afirmación, en tanto que si lo estuvo el 29 % de los alumnos de danza contemporánea y el 33 % de los alumnos de danza clásica.
- “se debe dejar que el cuerpo viva como quiera” (estoy totalmente de acuerdo / estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo) Aplicando el test de diferencia de proporciones muestrales se observa una diferencia significativa para estar totalmente de acuerdo con esta afirmación entre danzas clásicas y expresión corporal. No se observa diferencia en el caso de danza contemporánea respecto de danzas clásicas ni de expresión corporal. De todos modos la elección de la opción “estoy totalmente de acuerdo” no presenta porcentajes elevados en ninguno de los grupos (19 % en expresión corporal, 8 % en danza contemporánea y 3 % en danza clásica).
- “para aprender a bailar es necesario empezar desde una edad temprana” (estoy totalmente de
acuerdo / estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo): aplicando el test de chi
cuadrado para pruebas de independencia, se obtiene un resultado significativo que indica que hay dependencia entre la danza practicada y el grado de acuerdo con esta afirmación. Utilizando el test de diferencia de proporciones muestrales se observan diferencias significativas en la proporción de alumnos que afirman estar “totalmente de acuerdo” entre los alumnos de danzas clásicas respecto de danza contemporánea y de expresión corporal. Por el contrario no se observa una diferencia significativa de las proporciones de danza contemporánea y expresión corporal entre sí. De los alumnos de danzas clásicas, el 48 % está totalmente de acuerdo con esta afirmación, en tanto que en danza contemporánea sólo lo está el 8 % y en expresión corporal sólo el 2 %.
- “todos pueden bailar” (estoy totalmente de acuerdo / estoy de acuerdo en parte / estoy totalmente en desacuerdo): utilizando el test de diferencia de proporciones muestrales, se observan diferencias significativas en la proporción de encuestados que responden estar “totalmente de acuerdo” en expresión corporal respecto de danzas clásicas y de danza contemporánea. Entre los alumnos de danzas clásicas y danza contemporánea no se observan diferencias significativas. El 97 % de los alumnos de expresión corporal encuestados se mostró totalmente de acuerdo con este enunciado, de los alumnos de danza contemporánea el 75 % y de los de danza clásica el 57 %.
Para el análisis estadístico de los conjuntos de respuesta múltiple se utilizaron las tablas de contingencia y el test de proporciones muestrales. Para el conjunto formado por las opciones seleccionadas ante el enunciado “a tu entender el aspecto físico de una persona revela” (su carácter / su moralidad / su salud / su modo de vida / su posición social / ninguna de las opciones) se observa que los alumnos de danza clásica seleccionaron “su modo de vida” en un 75 % de los casos, “su salud” en un 62 %, “su posición social” en un 12%, y las demás opciones en proporciones menores al 10%. Los alumnos de danza contemporánea seleccionaron “su modo de vida” en un 62 %, “su salud” en un 51 %, “su carácter” en un 32 %, “su posición social” en un 16 % y las demás respuestas en proporciones menores. Los alumnos de expresión corporal por su parte seleccionaron “su modo de vida” en un 76 %, “su salud” en un 58 %, “su carácter” en un 26 % y las demás opciones en menos del 10 %.
Aplicando el test de proporciones muestrales se observa una diferencia significativa únicamente para la elección de la opción “su carácter” entre los alumnos de danzas clásicas y danza contemporánea. Estos últimos seleccionaron dicha opción en una mayor proporción que los demás.
Para el conjunto de respuestas múltiples formado por las respuestas a la pregunta “¿de dónde proviene el conocimiento que tenés de tu cuerpo?” (de lo que aprendiste en tus estudios / de lecturas que has hecho / de cosas que viste en la televisión / de cosas que aprendiste de tu entorno / de tu experiencia personal / de tu médico) se observan los siguientes porcentajes: los alumnos de danzas clásicas eligen en un 90 % la opción “de lo que aprendiste en tus estudios”, en un 33 % la opción “de lecturas que has hecho”, en un 16 % “de cosas que viste en la televisión”, 56 % “de cosas que aprendiste en tu entorno”, 50 % “de tu experiencia personal”, y 26 % “de tu médico”. Los alumnos de danza contemporánea eligen en un 72 % la opción “de lo que aprendiste en tus estudios”, en un 53 % “de lecturas que has hecho”, en un 11 % “de cosas que viste en la televisión”, 66 % “de cosas que aprendiste en tu entorno”, 75 % “de tu experiencia personal”, 22 % “de tu médico”. Los alumnos de expresión corporal eligen en un 68 % la opción “de lo que aprendiste en tus estudios”, en un 42 % la opción “de lecturas que has hecho”, en un 10 % “de cosas que viste en la televisión”, 55 % “de cosas que aprendiste en tu entorno”, 79 % “de tu experiencia personal”, 13 % “de tu médico”.
Aplicando el test de proporciones muestrales se observa una diferencia significativa en la elección de la opción “de tu experiencia personal” entre danzas clásicas y expresión corporal. Es significativamente mayor la proporción de alumnos de expresión corporal que seleccionan la experiencia corporal personal como fuente conocimiento. También se observa una diferencia significativa en la elección de la opción “de lo que aprendiste en tus estudios” entre danzas clásicas y expresión corporal; en este caso son los alumnos de danzas clásicas los que presentan un mayor porcentaje de elección de esta opción.
El análisis del conjunto de respuestas múltiples para las respuestas a la pregunta: “¿cuáles son
las ocasiones en que tomás conciencia de tu cuerpo?” arroja los siguientes resultados: los alumnos de danzas clásicas eligen las opciones relacionadas con la actividad en un 45 %, con la morbilidad en un 30 %, con la funcionalidad en un 14 % y con el placer en un 10 %. Los alumnos de danza contemporánea eligen las opciones relacionadas con la actividad en un 41 %, con el placer en un 30 %, con la morbilidad en un 19 % y con la funcionalidad en un 10 %.
Los alumnos de expresión corporal eligen las opciones relacionadas con la actividad en un 50 %, con el placer en un 28 %, con la morbilidad en un 19 % y con la funcionalidad en 3 %.
Utilizando el test de proporciones muestrales para este conjunto de respuestas se puede observar una diferencia significativa en la proporción de opciones relacionadas al placer en los alumnos de danza clásica respecto de los de danza contemporánea y de los de expresión corporal. En los alumnos de danza clásica la proporción que elige las opciones vinculadas al placer es mucho menor.
Utilizando el test de proporciones muestrales para este conjunto de respuestas se puede observar una diferencia significativa en la proporción de opciones relacionadas al placer en los alumnos de danza clásica respecto de los de danza contemporánea y de los de expresión corporal. En los alumnos de danza clásica la proporción que elige las opciones vinculadas al placer es mucho menor.
El análisis del conjunto formado por la respuesta a la pregunta “¿qué productos utilizás para el cuidado del cuerpo?” muestra que los alumnos de danzas clásicas utilizan cremas en un 85 %, maquillajes en un 40 %, tinturas en un 18 % y otros productos en proporciones menores. Los alumnos de danza contemporánea utilizan cremas en un 95 %, maquillajes en un 41 %, productos capilares en un 16 % y otros productos en proporciones menores. Los alumnos de expresión corporal utilizan cremas en un 85 %, aceites, exfoliantes (en general cepillos), maquillajes y tinturas, todos ellos en proporciones entre 10 % y 15 % y otros productos en proporciones menores. Aplicando el test de proporciones muestrales se observa una diferencia significativa en el uso de maquillajes en los alumnos de expresión corporal respecto de los de danzas clásicas y los de danza contemporánea. También es significativa la diferencia en el uso de exfoliantes entre los alumnos de expresión corporal respecto de los de danzas clásicas. Los alumnos de expresión corporal usan proporcionalmente menos maquillaje y más exfoliantes. Precisamente este último es un detalle para cuya comprensión nos ha sido útil la experiencia personal como alumnas de la carrera de danza – expresión corporal, y los relatos de informantes de esta carrera: una de las profesoras de la carrera, explica y recomienda en sus clases la práctica de la exfoliación mecánica de la piel.
A modo de síntesis del análisis estadístico puede observarse que los tres grupos definidos por la danza qua practican los encuestados se comportan como poblaciones diferentes ante 12 de las 20 variables analizadas de manera independiente. En el caso de los conjuntos de respuesta múltiple se encuentra para cada uno al menos una variable respecto de la cual los grupos analizados difieren significativamente entre sí. Sin embargo es difícil extraer conclusiones de estos conjuntos ya que la abundancia de opciones produce distribuciones de respuestas muy dispersas.
De la aplicación de los tests de diferencia de proporciones muestrales se obtuvieron un total de 33 diferencias significativas entre los pares de danzas comparados en cada caso que se distribuyen de la siguiente manera: 7 para el par danza clásica-danza contemporánea, 8 para el
par danza contemporánea-expresión corporal y 18 para el par danza clásica-expresión corporal. Esto distribución permite concluir que las representaciones corporales entre los alumnos de la carrera de expresión corporal difieren de las de los alumnos de danza clásica en
una proporción significativamente mayor de lo que difieren entre sí las representaciones corporales de los alumnos de danza clásica respecto de los de danza contemporánea y las de los alumnos de danza contemporánea respecto de los de expresión corporal.

Estadística y autoetnografía: enfoques diferenciados y articulaciones posibles
Gran parte del debate teórico-metodológico en el campo de las ciencias sociales ha girado en torno a los objetivos de dichas ciencias, y a su capacidad de generar un conocimiento objetivo por medio de la utilización de procedimientos rigurosos, explicitables y reproducibles que permitieran arribar a conclusiones sistemáticamente demostrables. En relación a este debate, podemos identificar, esquemáticamente, dos grandes tendencias: una tendencia de orientación cientificista y positivista, que persigue la objetividad y la rigurosidad, generalmente tomando como referencia las ciencias experimentales; y una tendencia de orientación subjetivista y comprensivista, que más que aspirar a generalizaciones sobre fenómenos reproducibles y predecibles, busca comprender las peculiaridades individuales y únicas de sus objetos por medio de la empatía (la posibilidad que tiene el investigador, como ser humano, de colocarse en el lugar del otro para comprender el resultado de sus actos).
La antropología, y en general las ciencias sociales, nacieron a fines del siglo XIX, bajo la influencia de la discusión entre las tendencias positivistas y anti-positivistas, que se venía dando en la filosofía de la ciencia. En sus paradigmas de investigación fundacionales se presentan evidencias tanto del interés por adoptar el modelo de las ciencias naturales con el fin de ser reconocidas como “verdaderas ciencias”, y de la intención de elaborar objetos de estudio y métodos propios de cada ciencia social, de acuerdo con la concepción positivista de ciencia. De acuerdo a Georg von Wrigth (1979), al apogeo del positivismo a mediados del siglo XIX le sucedió una reacción antipositivista hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX6, luego de lo cual, en las décadas que mediaron entre las dos guerras mundiales resurgió el positivismo con más fuerza y vigor que nunca. Este nuevo movimiento fue llamado positivismo lógico, empirismo lógico o neopositivismo. El autor señala que en los últimos cien años, la filosofía de la ciencia ha adherido a una de las dos posiciones opuestas: despuésde Hegel advino el positivismo; luego de la reacción antipositivista vino el neopositivismo y ahora el péndulo tendería de nuevo hacia el comprensivismo y la hermenéutica.
Otro modo de delimitar tipos de diferente de investigación que muchas veces han polarizado las investigaciones en ciencias sociales, es la distinción entre análisis cuantitativo y cualitativo. El enfoque cuantitativo es una estrategia de conocimiento que, partiendo de un muestreo estadístico que busca la representatividad estadística, opera contabilizando “la cantidad de unidades, hechos, fenómenos, unidades, etc. ya conocidos para conocer su distribución según variables o criterios de relevancia preestablecidos por el marco teórico” (Rodríguez, 2009:10). El enfoque cualitativo es una estrategia de conocimiento que busca relevar e identificar distintos tipos de hechos, unidades, fenómenos, etc., para aplicar operaciones analíticas con las que “se los clasifica, agrupa, relaciona, compara, para enumerar sus características, cualidades o atributos” (idem), por comprensión.
Las dos herramientas metodológicas principales que nos hemos propuesto utilizar en este trabajo podrían ubicarse en los polos opuestos de estos debates: por una lado, la estadística, disciplina con base matemática que, mediante la recolección, análisis e interpretación de datos, intenta encontrar regularidades en fenómenos de tipo aleatorio, ha sido un recurso indispensable para quienes se han orientado hacia la búsqueda de la objetividad y la rigurosidad en las ciencias sociales; además de poner orden y sistematicidad en los datos, y de brindar métodos que pueden ser aplicados por igual para analizar diferentes tipos de hechos.
Siendo transversal a una amplia variedad de disciplinas (desde la física hasta las ciencias sociales), posibilita una aproximación al tan pretendido monismo metodológico que permite cumplir con uno de los principales criterios de demarcación del conocimiento científico propuestos por el positivismo: que las operaciones que permiten arribar a las conclusiones sean reproducibles por cualquier observador.
Por otro lado, situándose en el otro extremo del mencionado debate, la autoetnografía, surge en el contexto de la crisis de confianza en las ciencias sociales que empieza a emerger en la segunda mitad del siglo XX, haciéndose más notoria a partir de los años ‘70, en consonancia con el debilitamiento de la utopía de acumulación y progreso y del paradigma científico positivista, que habilita la pregunta acerca de si la tan aclamada objetividad es posible y aún deseable. Es por eso que, lejos de buscar la rigurosidad, el orden y la reproducibilidad de los mecanismos por los cuales se arriba a las conclusiones, la autoetnografía, es una estrategia netamente subjetivista, interpretativa y comprensivista, basada en la premisa de que el único modo posible de comprender los fenómenos humanos es poniéndolos en relación con la propia experiencia vital del investigador. Esta experiencia, así como su relación con el fenómeno que se estudia e intenta comprender, si bien es factible de ser compartido mediante un relato, es por definición irreproducible e imposible de ser atravesado por un orden que seencuentre por encima de las formas en las que cada investigador lo está pensando. En el marco de la consideración de las vidas concretas y las experiencias personales como fuente de conocimiento, el relato en primera persona es reivindicado hasta el punto de que el conocimiento en sí no deja de ser una narración más que participa en el mundo de las narraciones sobre la vida. La autoetnografía es una mirada que recorre un camino de ida y vuelta entre lo social y lo personal; en esta ida y vuelta, la frontera entre lo personal y lo social se diluye (Ellis y Bochner citado en Feliu, 2007:267). Un representante de esta perspectiva es Renato Rosaldo (1989), quien utiliza su propia experiencia en función del análisis científico, proponiendo la sensibilización y la reflexión sobre las experiencias emocionales como una manera de acercarse al objeto observado. Lejos de intentar mantener la distancia o dejar a un lado las experiencias personales, Rosaldo las considera como una fuente o punto de partida desde el cual acercarse al fenómeno a estudiar. También destaca la importancia de que el etnógrafo no pierda de vista ni deje de explicitar su posición en tanto “sujeto ubicado”, refiriéndose al lugar desde el cual el investigador observa y entra en relación con el fenómeno a estudiar y a la forma en que sus experiencias personales le permiten comprender algunas cuestiones mejor que otras, echando luz sobre ciertas aristas y oscureciendo otras.
Tradicionalmente, la investigación en antropología social se ha caracterizado por realizar estudios a escala micro, utilizando una metodología de tipo cualitativa, apoyada principalmente en la observación con grados de participación variables, la realización de entrevistas en profundidad y demás aproximaciones basadas en contactos cara a cara con los sujetos de investigación. Sin embargo, a medida que la disciplina antropológica fue intercambiando teoría y metodología con otras ciencias sociales, los enfoques cualitativos comenzaron a combinarse con métodos de tipo cuantitativo, volviéndose casa vez más frecuente la utilización del análisis estadístico. La estadística, ha sido utilizada en el marco de la antropología social, con objetivos diversos según las características de la investigación en la cual se encuadre. En algunos casos la estadística se utiliza en los inicios de la investigación para obtener un diagnóstico de la situación que luego va a ser analizada en profundidad por medio de una metodología cualitativa. En otros casos, el análisis estadístico se encuentra presente a lo largo de toda la investigación y sus resultados aportan el cuerpo principal de la misma.
En ponencias anteriores (Mora, 2008; del Mármol y otros, 2008), hemos desarrollado la idea de que sólo es posible llegar a la comprensión de los fenómenos sociales, especialmente aquellos que se vinculan con emociones o con representaciones y experiencias del cuerpo, considerando, junto con los materiales etnográficos, la propia experiencia, es decir, tomando la propia subjetividad como un recurso valioso que es necesario y deseable utilizar y no como algo que contamina la investigación y en consecuencia es preciso erradicar. Proponemos ahora que el recurso de la autoetnografía es igualmente útil al ponerlo en vinculación con modos análisis más “duros”, como lo es la estadística.
Luego de lo expuesto en este apartado, podría arribarse a la conclusión de que la utilización de la estadística junto con la autoetnografía, sobre todo en el marco de un trabajo etnográfico que se encuentra mucho más cerca de las tendencias comprensivistas que de los anhelos objetivistas, resultaría incompatible o contradictorio. Sin embargo a lo largo del desarrollo del
análisis objeto del presente trabajo, fuimos encontrando las maneras en que ambas herramientas metodológicas podían volverse complementarias
El aporte de la experiencia personal en vinculación con el análisis estadístico
A lo largo del trabajo etnográfico del que partió esta ponencia, se fue haciendo cada vez más presente la importancia del recurso autoetnográfico y la participación observante, que han resultado de gran utilidad para diseñar instrumentos de recolección de datos y para comprender las prácticas observadas y las representaciones y experiencias presentes en los relatos de los entrevistados. Dado que se ha estado investigando sobre una práctica que se transmite de un modo corporizado, es decir, de cuerpo a cuerpo, en el trabajo de campo se hace necesario incluir instancias en que quien lo realiza hace entrar su propio cuerpo en la práctica que estudia, para completar la información obtenida durante las observaciones y las entrevistas. Siempre que esto sea posible, en los estudios que se ocupan de las prácticas, representaciones y experiencias corporales, el análisis sólo cobra sentido por completo al ser puesto en relación con la experiencia práctica personal del investigador.
Al planificar y realizar el análisis estadístico, aquellos recursos que apelan a la experiencia personal de quien lleva a cabo la investigación, también tuvieron lugar, a lo largo de sus distintas instancias: la construcción de la encuesta y la elección de las categorías de análisis, su distribución y aplicación, la interpretación de las respuestas y de los resultados de los tests aplicados a las mismas. Más aún: el hecho de que la encuesta haya sido revelada y analizada estadísticamente por parte de las tres autoras, ha sido aún más enriquecedor, ya que no es una sino tres experiencias, tres vidas que se han puesto en común y a disposición de la comprensión de los resultados de la encuesta. Las tres hemos pasado por la Escuela de Danzas como alumnas en distintos momentos de nuestras vidas, transitando al menos por alguna de las tres carreras.
Muchas veces la presencia de lo subjetivo por detrás de, o junto a, los instrumentos que se supone que permiten arribar a conclusiones relativamente objetivas, es ocultada por los investigadores, entendiéndolo como un resto de subjetividad que debe obviarse para no empañar la cientificidad. Pero aquí planteamos que es justamente esa presencia, la de esos saberes provenientes de nuestras experiencias detrás de la interpretación de los datos aportados por los tests, lo que le da fuerza a dicha interpretación, y, aún antes que esto, la que ha permitido desarrollar instrumentos de recolección de datos adecuados y analizarlos.
La utilización de dos modos de abordaje tan opuestos como son la etnografía y la estadística, permite matizar algunas de las debilidades que cada uno de estos enfoques presenta en su utilización por separado. En las estrategias de investigación cualitativas, es posible trabajar a partir de un número reducido de casos, y abordarlos con mayor profundidad y detalle, considerando las dimensiones subjetivas y en especial la perspectiva de los actores. La flexibilidad constitutiva del diseño de investigación con metodologías cualitativas, permite modificar elementos de la investigación mientras se la está realizando, posibilitando reformar los instrumentos de recolección de datos y los ejes de indagación, entre otras cosas, dando lugar a todo aquello que no se había considerado al momento de planificar el trabajo y que puede surgir en el curso del trabajo de campo o del proceso de análisis. Pero el enfoque cualitativo, al tener una menor estandarización de los métodos de análisis, no permite generalizar más allá de los casos observados, ni predecir, ni conocer el margen de error de los resultados. Las estrategias cuantitativas, en tanto, al contar con un mayor desarrollo y estandarización de los métodos de análisis, permiten establecer generalizaciones y conocer el margen de error con precisión, pero no hace posible conocer las significaciones subjetivas ni el punto de vista del actor, y además hacen necesario trabajar con un gran número de casos.
La menor profundidad y detalle del modo de análisis cuantitativo, y la ausencia de la perspectiva de los sujetos estudiados, puede compensarse en parte cuando la encuesta de la que parte se desarrolla tomando en consideración cuestiones que han surgido del trabajo de campo o de la experiencia práctica personal de quien investiga. En nuestro caso, las preguntas de la encuesta fueron realizadas partiendo de la información obtenida por métodos cualitativos, cuando en general en muchas investigaciones se comienza al revés, con una encuesta de prospección, a partir de la cual se diseñan entrevistas y observaciones. Y apuntan principalmente a conocer la perspectiva de los actores; para cumplir con este objetivo, inclusive se ha decidido incluir preguntas abiertas, cuyas respuestas no podrían ser objeto de análisis estadístico, pero que sí podrían analizarse con otros métodos no estadísticos.
Aún en el caso de varias de las preguntas cerradas o semi-abiertas, muchas de las respuestas obtenidas que, según el análisis estadístico, no presentaban diferencias significativas, sí presentaban diferencias sustanciales cuando se las ponía en relación con las respuestas a preguntas abiertas que se les asociaban. Aunque no sería posible decir que esas diferencias encontradas en el contenido de las respuestas a preguntas abiertas sean estadísticamente significativas, la aplicación de operaciones de análisis propias de los enfoques cualitativos (como por ejemplo la semiótica de enunciados), permitían agrupar respuestas y establecer relaciones. Junto con esto, para comprender el sentido de algunas de las respuestas abiertas fue necesario recurrir al saber obtenido en la experiencia personal de las investigadoras.
Por último, la información obtenida por medio de la encuesta permitió precisar la comprobación que se estaba tendiendo a obtener durante el trabajo, en cuanto a que las tres carreras cursadas en la Escuela de Danzas constituían tres grupos diferenciados. Las diferencias entre las carreras de danza clásica, danza contemporánea y expresión corporal existen y son significativas, siendo artes del movimiento que se han constituido en diferentes contextos históricos, en relación con diferentes concepciones sobre el cuerpo, el movimiento y el sujeto, y que estas diferencias están presentes en las prácticas, representaciones y experiencias de quienes hoy las enseñan y aprenden. El análisis estadístico no comprueba diferencias significativas entre las carreras en todos los aspectos que aborda la encuesta, pero sí permite delimitar cuáles son las diferencias significativas, y el alcance y la distribución de las diferencias que detecta.
Todo esto implica que, lejos de tener que decidir entre los resultados obtenidos por medio de observaciones, entrevistas y participación, por un lado, y el análisis estadístico, por otro, lo más útil es prestar atención a las preguntas que los métodos de análisis pueden hacerse uno al otro.

Bibliografía
- Dilthey, Guillermo (1944[1883]) Introducción a las ciencias del espíritu. México: Fondo de Cultura Económica
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