martes, 8 de diciembre de 2009

Entramados convergentes: cuerpo, experiencia, reflexividad e investigación.

(Ponencia presentada en las V Jornadas de Sociología de la Universidad Nacional de La Plata. Diciembre de 2008)

Mariana del Mármol
Nahil Gelené
Gisela Magri
Karina Marelli
Mariana Sáez


Cuando hace algunos meses comenzamos a reunirnos como Grupo de Estudio sobre Cuerpo relatamos los recorridos individuales que nos habían llevado a encontrarnos. Tempranamente comprendimos que no era sólo un interés académico en conocer las perspectivas socio-antropológicas sobre el cuerpo lo que nos movía, sino que múltiples experiencias, vivencias y preguntas abiertas nos habían llevado a buscar y a formar un espacio donde la investigación, la creación y la experiencia no estuvieran separadas. En cada una de las integrantes del grupo existía la necesidad de unir los mundos que integraban nuestra vida: la ciencia y el arte, el cuerpo y la antropología, la experiencia y el conocimiento. Desde un primer momento tuvimos la certeza de que estos mundos podían integrarse en una trama productiva y creadora.
La antropología postmoderna se ha referido insistentemente a la ecuación personal y a la reflexividad que se ponen en juego en todo trabajo de campo etnográfico. Ampliando esta preocupación, enfoques teórico-metodológicos como la sociología carnal, la auto-etnografía y las corrientes que unen el post-estructuralismo y la fenomenología, han hecho hincapié en las posibilidades de conocimiento que se abren cuando quien investiga despliega un modo de conocimiento que parte desde el propio cuerpo y las propias vivencias. En esta ponencia exploraremos los aportes de estas últimas perspectivas analíticas, a la luz de las reflexiones que han surgido desde nuestras propias prácticas y deseos, partiendo de un modo de investigar en que la unidad del sujeto-cuerpo no deba ser escindida.

I De la subjetividad como un problema a la necesidad de partir de ella

El tema de la subjetividad y la reflexividad no es nuevo dentro de las ciencias sociales, y mucho menos dentro de la antropología. Desde los orígenes de esta disciplina se ha tematizado acerca de la inevitable huella personal que deja el investigador en el conocimiento que produce. En la gran mayoría de los textos fundantes de la antropología podemos encontrar referencias a la necesidad de separar el dato objetivo, la descripción pura, de los comentarios, reflexiones e interpretaciones del investigador. Así, en el clásico Los argonautas del Pacífico occidental, Bronislaw Malinowsky critica la falta de rigurosidad metodológica de las obras que “no se dedican expresamente a describir en qué circunstancias se efectuaron las observaciones y cómo se compiló la información”, y agrega: “considero que una fuente etnográfica tiene valor científico incuestionables siempre que podamos hacer una clara distinción entre, por una parte, lo que son los resultados de la observación directa (…) y, por otra parte, las deducciones del autor” (1972: 21).
Durante mucho tiempo, el sesgo inevitable de la subjetividad del investigador en su obra fue visto como un problema, como algo que debía ser controlado por distintos medios, en pos de una mayor objetividad. Así, en Controles y experimentos en el trabajo de campo, Oscar Lewis, sugiere diferentes formas de aumentar las posibilidades de obtener datos más confiables y objetivos, a las que denomina genéricamente controles y define como “cualquier técnica o método que permita la disminución de las probabilidades de error en la observación, recolección e interpretación de los datos de campo” (1975:103).
Entre los controles recomendados por este autor, resalta la importancia del control de la ecuación personal. Lewis señala que, dado que “la ecuación personal del investigador lo impregna todo necesariamente (…) para alcanzar un grado elevado de objetividad, el estudiante debe conocerse bien personalmente, tener conciencia de sus prejuicios, se sus sistemas de valor, de sus debilidades y de sus fuerzas” y agrega que inclusive, “en algunos círculos se ha recomendado que los trabajadores de campo se psicoanalicen.” (Ibid: 104). El sentido de estos procedimientos, es claramente explicitado por Nadel, cuando dice que “si la subjetividad es inevitable, por lo menos puede hacerse pública.” (1951: 49).
A partir de la crisis de confianza en las ciencias sociales que empieza a emerger en la segunda mitad del siglo XX, haciéndose más notoria a partir de los años ‘70, en consonancia con el debilitamiento de la utopía de acumulación y progreso y del paradigma científico positivista, surge la pregunta acerca de si la tan aclamada objetividad es posible y aún deseable.
En este contexto toman fuerza los enfoques interpretativistas, y empiezan a legitimarse las múltiples perspectivas a partir del reconocimiento de la pluralidad de voces, adquiriendo gran importancia las narraciones, en las que el conocimiento se encuentra entrelazado con las vidas concretas y las experiencias personales, que comienzan a ser consideradas fuente de conocimiento. El relato en primera persona es reivindicado hasta el punto de que el conocimiento en sí no deja de ser una narración más que participa en el mundo de las narraciones sobre la vida.
Esto conduce a una valoración positiva de la subjetividad y las emociones del investigador, que dejarán de ser una mancha, algo que contamina para convertirse en un material que aporta a la investigación y la enriquece, llegando a ser además de algo necesario y deseable, lo único posible.
Dentro de estos enfoques posmodernos, que resaltan el carácter fragmentario y plural de los discursos manifestando su desconfianza hacia cualquier relato totalizante que pretenda generar un efecto de solidez, coherencia y verdad, surge la autoetnografía: “un género de tipo autobiográfico que muestra diferentes niveles de conciencia que conectan lo personal con lo cultural. Es una mirada que recorre un camino de ida y vuelta entre lo social y lo personal. En esta ida y vuelta, la frontera entre lo personal y lo social se diluye.” (Ellis y Bochner citado en Feliu, 2007: 267).
Uno de los ejemplos más paradigmáticos del abordaje autoetnográfico puede encontrarse en los aportes de Renato Rosaldo, quien utiliza su propia experiencia en función del análisis científico, proponiendo la sensibilización como una manera de acercarse al objeto observado.
Lejos de intentar mantener la distancia o dejar a un lado las experiencias personales, Rosaldo las considera como una fuente o punto de partida desde el cual acercarse al fenómeno a estudiar. Resalta la importancia de la experiencia emocional para la comprensión de todo lo humano. Para Rosaldo la emoción es una dimensión constitutiva del fenómeno humano que no puede ser dejada a un lado si se pretende comprenderlo en profundidad. Es por esto que propone partir del insight personal y usar la interioridad para entender el afuera, para establecer un diálogo con el otro. La emoción es el vehículo que le permite vincularse tanto con los sujetos a los que estudia como con los lectores.
Rosaldo destaca la importancia de que el etnógrafo no pierda de vista ni deje de explicitar su posición en tanto sujeto ubicado. Este concepto de ubicación se refiere al lugar desde el cual el investigador observa y entra en relación con el fenómeno a estudiar y a la forma en que sus experiencias personales le permiten comprender algunas cuestiones mejor que otras, echando luz sobre ciertas aristas y oscureciendo otras.
Otro aspecto interesante de la propuesta de Rosaldo radica en el hecho de que puede resolver el problema de la subjetividad y la reflexividad capitalizándolas positivamente sin caer en el exceso de autorreferencialidad que se les critica a otros autores posmodernos.
En tanto, Nick Crossley, en el marco de la Sociología Carnal, propugnará un enfoque que tras reconocer que todo conocimiento del mundo y de uno mismo tiene una implicación corporal, pone en un lugar central al cuerpo actuante del investigador o la investigadora. Para comprender con mayor profundidad esta propuesta, en la que se invierten los términos en los que se ha estudiado tradicionalmente al cuerpo, resaltando “lo que el cuerpo hace” y no tan sólo “lo que se le hace al cuerpo”, es necesario remontarnos brevemente a la historia de los estudios del cuerpo.

II Breve recorrido por los estudios sobre el cuerpo/ desde el cuerpo

Más allá de la existencia de ciertos trabajos pioneros (Hertz, 1907; Mauss, 1934) los campos de la antropología y la sociología del cuerpo recién comenzaron a delinearse en las décadas del ´70 y ´80. Hasta ese momento, el cuerpo prácticamente no había sido problematizado desde las ciencias sociales, su estudio parecía pertenecer de manera natural al dominio de las ciencias biológicas (Citro, 2004). Esta invisibilización del cuerpo como un objeto de estudio digno de interés para las ciencias sociales puede vincularse con el enfoque dualista sobre el hombre que dominó gran parte del pensamiento occidental (desde la tradición platónica y judeocristiana) consolidándose a partir del modelo que instaura la filosofía de Descartes. Desde este enfoque, “el cuerpo se escinde de la razón o el espíritu pasando a constituir el término no valorado de la relación, un mero ´objeto‘ que se ´posee‘ en oposición a la razón o el espíritu que definen al ser” (Citro, 2004: 2).
Si bien esta concepción dualista predomina en occidente desde la antigüedad, según David Le Bretón, el concepto de cuerpo adquiere su significado actual durante la modernidad, cuando la distinción entre el cuerpo y el hombre se profundiza y el cuerpo se vuelve factor de individuación.
La mayoría de los estudios antropológicos sobre el cuerpo se oponen a esta tradición de pensamiento deconstruyendo, por un lado, la idea del cuerpo como un mero objeto natural al mostrarlo como una construcción sociocultural, y reconociendo, por otro lado, en la corporalidad un elemento constitutivo de los sujetos.
En su trabajo “El cuerpo mindful (pensante)…” las antropólogas Nancy Scheper- Hughes y Margaret Lock, reelaboran los conceptos disponibles acerca del cuerpo, examinando tres perspectivas a través de las cuales puede verse. Proponen un análisis en tres niveles:
“En un primer nivel, y quizás el más auto-evidente, encontramos el cuerpo individual, entendido en el sentido fenomenológico de la experiencia vivida del body-self (ser cuerpo) (…) En un segundo nivel de análisis encontramos el cuerpo social, referido a los usos reprensentacionales del cuerpo como símbolo natural a través del cual pensar la naturaleza, la sociedad y la cultura(...) El tercer nivel de análisis es el cuerpo político, que se refiere a la regulación, vigilancia y control de los cuerpos (individuales y colectivos) (…) En este sentido, los tres cuerpos no sólo representan tres unidades de análisis separadas y yuxtapuestas, sino tres enfoques teóricos y epistemológicos diferentes: fenomenología (el cuerpo individual, lived self, el ser vivido), estructuralismo y simbolismo (el cuerpo social), y el postestructuralismo (el cuerpo político).” (1987: 3, 4).
Es decir, que a partir de la emergencia del cuerpo como tema de estudio digno de interés para las ciencias sociales, pueden distinguirse, básicamente, tres líneas de abordaje:
- La primera de estas líneas destaca el carácter político del cuerpo. Desde esta perspectiva el cuerpo es visto como lugar de inscripción de los discursos sociales, atravesado por dispositivos de disciplinamiento, normalización, vigilancia y control (Foucault, Agamben, Lock, Butler).
- La segunda línea, se caracteriza por realizar un abordaje del cuerpo como representación, como fuente de simbolismos o medio de expresión. Desde esta perspectiva, el cuerpo es visto como producto de un conjunto de sistemas simbólicos socialmente compartidos y atravesado por significaciones que constituyen la base de su existencia individual y colectiva (Mary Douglas, Geertz, Heritier, Le Bretón).
- En contraposición a estas dos líneas que ven al cuerpo como objeto de atravesamientos políticos y simbólicos, surge una tercera. Ésta parte fundamentalmente de la crítica a los enfoques netamente representacionales que perciben al cuerpo sólo como signo o símbolo, lo que ha hecho que sea considerado como pasivo e inerte. Desde este enfoque, que plantea la necesidad de destacar el carácter activo y transformador de la praxis corporal en la práctica social (Jackson, 1893) basándose en la noción de ser-en-el mundo de Maurice Merleau Ponty (y, en algunos casos, en los conceptos de práctica y habitus de Bourdieu), se propone recuperar la perspectiva del embódiment: “una aproximación fenomenológica en la que el cuerpo vivido es un punto de partida metodológico antes que un objeto de estudio”(Csordas, 1993: 136).
En la actualidad, la tendencia predominante es a la utilización de manera combinada de estas tres perspectivas. Adhiriendo a esta tendencia, la antropóloga Silvia Citro propone un abordaje dialéctico “que busca describir la experiencia práctica del cuerpo en la vida social, la materialidad del cuerpo y su capacidad pre-reflexiva de vincularse con el mundo” (2004: 6). Según este abordaje, nuestras percepciones, sensaciones, gestos y movimientos están socialmente construidos pero son, a la vez, socialmente constituyentes, dado que un cambio en estos modos de vincularnos con el mundo mediante el cuerpo podría generar nuevas formas de sociabilidad y afectividad produciendo cambios en las prácticas sociales en las que estos modos se despliegan. Es decir que la materialidad del cuerpo y su experiencia práctica están atravesadas por significantes culturales que se inscriben en nuestros propios cuerpos.
Esto no significa que los cuerpos se reduzcan a los discursos sociales que en ellos se inscriben; por el contrario, esta perspectiva resalta la capacidad creadora de lo corporal al considerar “que persiste siempre una cierta autonomía de las prácticas del cuerpo, cierta irreductibilidad de la materialidad del cuerpo a la omnipotencia del lenguaje” (ibid. 6). A partir de este reconocimiento de la constitución material-simbólica de la corporalidad, esta autora sostiene que la descripción fenomenológica de las prácticas “debe complementarse con la compresión de los múltiples sentidos que los sujetos nos revelan en sus discursos sobre aquellos significantes claves de su vida social” (ibid. 7).
Dentro de esta misma línea podemos situar los aportes de Nick Crossley, y su propuesta de realizar una sociología carnal del cuerpo. Dicho autor ha señalado que la sociología del cuerpo comúnmente maneja un enfoque que se centra en “lo que se le hace al cuerpo” observándolo predominantemente desde el punto de vista de su constitución como objeto significativo, atravesado por discursos y prácticas de regulación, control y transformación. Frente a esto, propone sumar un enfoque que se ocupe de comprender “qué es lo que el cuerpo hace”, otorgándole a éste un rol activo en la vida social, y teniendo en cuenta las bases incorporadas (embodied), es decir, internalizadas en y producidas por el cuerpo. (1995).
Partiendo de que el cuerpo no es sólo algo sobre lo que se actúa sino que también es sujeto productor de acción, Crossley propone que las ciencias sociales no se detengan en el estudio del cuerpo, sino que avancen hacia la inclusión de estudios desde el cuerpo; es decir, que el cuerpo no sólo sea sujeto objeto de investigación, sino herramienta y sujeto de conocimiento, lo que implica dar centralidad al cuerpo actuante del investigador o la investigadora. Según Löic Wacquant, la sociología carnal “toma en serio, tanto en el plano teórico como en el metodológico y retórico, el hecho de que el agente social es, ante todo, un ser de carne, nervio y sentidos (en el doble sentido de sensual y significado), un “ser que sufre” (…) y que participa del universo que lo crea y que, por su parte, contribuye a construir con todas las fibras de su cuerpo y su corazón” (2006: 15). Es decir que, sin olvidar lo que la antropología del cuerpo ha conseguido poner en escena, esto es, que el cuerpo es una construcción social específica para cada cultura, esta construcción diversa y desigual de los cuerpos se hace sobre un sustrato común: el cuerpo, en tanto materialidad, en tanto encarnación del sujeto, es el sustrato compartido de la experiencia humana (Citro, 2006).
Estas consideraciones que hacen hincapié en la materialidad y la fisicalidad de los cuerpos están vinculadas estrechamente al pensamiento de Merleau-Ponty quien sostiene que quien percibe es un sujeto hecho carne con el mundo, un ser-en-el-mundo. La experiencia de la percepción es corporal, pre-reflexiva, pre-objetiva, basada en la inescibilidad del vínculo del sujeto con el mundo. El concepto de carne hace referencia a “un sintiente sensible que no puede desligarse de su relación con un mundo” (Citro, 2006: 64); y que toma forma de cuerpo sólo cuando es pensado, objetivado, escindido de su condición existencial de carne. El cuerpo perceptivo es visto como un agente de las prácticas culturales, e inversamente, las prácticas culturales son resultado del trabajo de un cuerpo-sujeto activo. La percepción es el más fundamental y primordial aspecto de la subjetividad humana. Percibiendo nos convertimos en cuerpos-sujetos.Asimismo, el discurso es un proceso carnal, se produce mediante el trabajo del cuerpo y no necesitamos elegir entre estudiar el cuerpo real y las representaciones del cuerpo. Podemos estudiar el cuerpo como un ser o un existente que construye representaciones de si mismo y de otros cuerpos.
Un concepto que liga la experiencia carnal del sujeto que construye representaciones de otras existencias humanas, hechas a su vez carne en el mundo, es el de intercorporalidad. Pues estas existencias están enlazadas y abiertas una a la otra: ver al otro no es tener una representación interna de él, ni tenerlo como objeto de pensamiento, es ser-con-él.
Esta cuestión de la apertura del ser, se encuentra, para Merleau-Ponty, en íntima relación con la percepción, a la que considera “una experiencia incorporizada (…) un pensamiento o juicio reflexivo que confiere sentido y significado al mundo. No es una representación interna del mundo externo, ocurre en el mundo tanto como en la mente, es un ser abierto, una apertura del ser”.
El filósofo Jean – Luc Nancy, en su texto A la escucha amplía o, valga la redundancia, abre más dicha condición abierta del ser, sobre todo a partir del concepto de resonancia; es allí donde podemos empezar a establecer relaciones entre entendimiento y percepción, entre sentido y sonido, entre cuerpo y voz, como partes íntimas del “cuerpo hablante” las cuales componen el único sujeto que es posible, el sujeto que resuena, “que responde a un impulso, un llamado, una convocatoria de sentido (el sentido aquí se entiende como una escucha en la que sólo viene a resonar la resonancia, y en ella están juntas, la fuente sonora y su percepción).” (2007: 62).
Para Nancy, “es conveniente ir al fondo de la cuestión sin estar atado a una primacía del lenguaje y de la significación mediante tratamientos filosóficos simultáneos, no apáticos ni anestesiados:
- tratar la > no sólo como la condición, sino como la remisión misma y la apertura del sentido, como ultrasentido o sentido que va más allá de la significación o la pasa por alto;
- tratar al cuerpo, con anterioridad a cualquier distinción de lugares y funciones de resonancia, como si fuera en su totalidad (y >) [como pensara Artaud] caja o tubo de resonancia del ultrasentido.
- y a partir de ahí, considerar al <sujeto> como aquello que, en el cuerpo, está o vibra a la escucha – o ante el eco – del ultrasentido.” (ibid. 62-64)
En este sentido, es para el antropólogo, muy pertinente pensar en la cuestión de la escucha como escucha de la resonancia de su cuerpo-voz de investigador en otros cuerpos voces, como un proceso que se reafirma en la escucha de los ultrasentidos, al mismo tiempo de esos otros como de sí mismo. Este vibrar como fuente de escucha/entendimiento de los sonidos-sentidos, ecos de una profundidad abierta, existentes por una remisión infinita. En palabras del autor: “Escuchar es estar tendido hacia un sentido posible y, en consecuencia, no inmediatamente accesible.(…) La escucha se dirige a – o es suscitada por – aquello donde el sonido y el sentido se mezclan y resuenan uno en otro o uno por otro; si se busca sentido en el sonido, como contrapartida, se busca sonido, resonancia, en el sentido.” (2007:18, 19).
Aquí la cuestión del sonido no es una metáfora para pensar la percepción más allá del “ver”, del comprender, de la significación obligada: es efectivamente la posibilidad de empezar a hablar desde el cuerpo con todos los sentidos, más aún si queremos “decir” de otras maneras, acerca de las prácticas como la danza y el canto, que se han producido y se producen desde ese estado de vibración y escucha, de una manera carnal, atravesada por lo simbólico sí, atravesada históricamente por la disciplina también, pero colmada de potencia y resonancia, de fuente sensitiva y conceptual, que nos convoca a habitar esa apertura para poder escuchar nuestras verdades.
Decir algo sobre la experiencia que se nos muestra de manera pre-reflexiva, tiene que ver con poder crear otras maneras de nombrarla. En el posfascio de 58 indicios sobre el cuerpo, otra obra de Jean – Luc Nancy, Daniel Alvaro sostiene que “nuestra tradición entera, al menos desde Platón y el cristianismo, no concibe y ni siquiera imagina algo que no sea el ‘cuerpo significante’, es decir, el cuerpo sometido al orden del sentido. La invención y permanente construcción del ‘cuerpo’ a lo largo de la historia de Occidente se habría organizado a partir de una multiplicidad de discursos de origen muy diverso, principalmente a partir de discursos provenientes de la teología, la filosofía, la teoría política, la semiología, el psicoanálisis y la literatura. Puestas a un lado sus diferencias y las características específicas que los definen, lo que conformaría el fondo común de estos discursos es una suerte de impotencia generalizada y sistemática. Impotencia del discurso para pensar el cuerpo sin por ello significarlo. O dicho a la manera de Nancy: impotencia del discurso para hacer justicia a la evidencia del cuerpo, al aquí y ahora de nuestros cuerpos. Para hablar del cuerpo se necesita acaso un discurso completamente distinto. Uno capaz de hablar a partir del cuerpo y no simplemente del cuerpo. Un discurso que antes de producir o de dar sentido al cuerpo lo afecte en toda su extensión y por lo tanto en su existencia misma.” (2007: 53, 54)
Esta necesidad de crear nuevas formas de nombrar, requiere habilitar y habitar nuevos espacios de reflexión/acción, en los que puedan confluir los recorridos transitados, fragmentariamente, pero con la presencia del deseo de unidad, no sólo como parte de la condición y problemática posmoderna que nos define sino como lugar de convergencia y punto de partida.

III Entramados convergentes

Si como se sostuvo al principio de esta ponencia, de alguna u otra manera, la experiencia personal siempre se ve imbricada en lo académico, retomar reflexivamente el material propio de cada investigador, puede volverse enriquecedor. Por eso, no habiendo razones para negar esta articulación, ya que la misma se nos aparece como punto desde el cual partir, como disparador y como mediatriz de nuestras prácticas/reflexiones, hace algunos meses comenzamos a reunirnos como grupo de estudio e investigación desde/sobre el cuerpo, con la necesidad de unir las distintas trayectorias por la que cada una de nosotras ha transitado.
Este grupo está conformado por seis mujeres estudiantes y graduadas en Antropología, Biología, Danza Contemporánea, Danza Teatro, Expresión Corporal y Canto; todas compartimos el hecho de haber pasado por la Universidad y al mismo tiempo habernos dedicado al estudio y práctica de una/varias de las mencionadas disciplinas artísticas.
Desde nuestros primeros encuentros, se puso de manifiesto un objetivo fundante: crear un espacio para pensar lo que nos pasa con el cuerpo, pero también, para crear nuevas maneras de decir con nuestro cuerpo-voz, y de ese modo construir puentes, que posibiliten la reflexión acerca de la tarea de investigar desde y sobre la experiencia.
En el fondo de nuestras búsquedas estaba el deseo de conocer/nos, y la certeza de que una sola de esas vías no alcanzaba y todas por separado tampoco. Por ello, nos fue necesario generar un espacio concreto en el cual poder tematizar los cruces y conexiones que veníamos transitando individualmente entre la ciencia y el arte: estetizar el conocimiento y reflexionar acerca del arte; porque de todos modos, portamos el hábito de analizar aún fuera del ámbito académico pero también portamos nuestra experiencia, nuestros deseos, nuestro cuerpo cuando hacemos investigación.
En este afán de crear algo nuevo, de inventar un espacio que sentimos que no existe, no sólo un grupo de estudio, sino también un lugar que nos permita integrar la creación y la experiencia en la reflexión, encontramos una suerte de resistencia, que se gesta en las grietas de lo establecido.
Para pensar en esta cuestión, puede resultarnos útil el concepto de agencia. Según Judith Butler en el proceso de repetición de normas se desarrolla como una suerte de producción ritualizada; la reiteración de los discursos genera un efecto de solidez que los hace parecer inmutables. Pero como la determinación nunca es completa, se hace posible la desviación en la repetición y la ruptura de la norma. Esto posibilita que el sujeto se haga cargo activamente del poder que lo produjo, constituyéndose en agente, capaz de utilizar positivamente el poder que lo produjo. (2002: 28). Es en este sentido que creemos que el hecho de generar pequeñas rupturas a modo de microrresistencias contribuye a diluir la solidez de las fronteras que separan los diferentes campos de los que formamos parte o, al menos, a volverlas más permeables. En esta posibilidad de constituirnos en agentes existe una potencia que se encuentra inexorablemente ligada a las emociones.
Como hemos dicho más arriba, para la ciencia, el problema de las subjetividades ha sido durante mucho tiempo un obstáculo a eludir. Lo mismo ha pasado con las emociones, que han sido invisibilizadas en la gran mayoría de las investigaciones, suprimiéndose, tanto como componente de dichas subjetividades, como en cuanto temática.
Rosaldo llama la atención acerca de la manera en la que las ciencias sociales han eludido el tratamiento de los episodios de la vida que involucran emociones intensas y, en los casos en los que han abordado dichos episodios como tema de sus investigaciones, lo han hecho de manera distante y ritualizada. En este sentido, critica a las etnografías que han trabajado el tema de la muerte, subrayando no sólo la frialdad con la cual tratan este tema sino también, el empobrecimiento y la artificialidad a nivel, tanto metodológico como interpretativo, que implica sostener esa racionalidad: “…las etnografías escritas según las normas clásicas, consideran a la muerte como un ritual en vez de una desdicha (…) Las etnografías que de esta forma eliminan las emociones intensas, no sólo distorsionan sus descripciones, sino que también descartan variables potenciales clave de sus explicaciones.” Y agrega: “las ciencias humanas deben explorar la fuerza cultural de las emociones para delinear las pasiones que provocan ciertas formas de conducta humana”. (1989: 10, 16)
Podríamos decir que la conformación de nuestro grupo esta atravesada por las emociones en los mismos niveles en los que las ciencias han tratado de eludirlas: no sólo porque consideramos que constituyen un tema que debe ser estudiado, sino porque creemos que sólo dando lugar a las emociones dentro de nuestras investigaciones podremos lograr profundidad en el proceso de comprender/nos en y con los otros.
Además, nuestras experiencias corporales, al estar vinculadas con el arte han construido en nosotras modos de ver y de ser-en-el-mundo, de experienciar y de pertenecer al mundo, en los que la emoción está siempre presente. La posibilidad de conocer y conocernos desde el cuerpo nos permite trasformar nuestro mundo y a nosotras mismas, reafirmando que el cuerpo no es sólo sujeto objeto de investigación, sino herramienta y sujeto de conocimiento. Todo esto se ve potenciado en el trabajo grupal, ya que al compartir las experiencias, los intereses y las expectativas, que resuenan en el otro (la otra) entrelazando nuestras existencias en una suerte de intercorporalidad, empieza a volverse posible hablar desde el cuerpo con todos los sentidos, para poder decir de otras maneras.

Bibliografía

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domingo, 7 de junio de 2009

Ana Sabrina Mora




Es Licenciada en Antropología y Doctora en Ciencias Naturales (orientación Antropología) por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El título de su tesis de doctorado es "El cuerpo en la danza desde la antropología. Prácticas, representaciones y experiencias durante la formación en danzas clásicas, danza contemporánea y expresión corporal"; estuvo basada en un trabajo etnográfico realizado en la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata.
Es investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) desde el 1° de abril del año 2013. Ha sido becaria de postgrado y de post-doctorado del mismo organismo entre los años 2005 y 2013. El tema de su proyecto de investigación individual es “Cuerpo, subjetividad e identidad: procesos de formación, circuitos y trayectorias en torno al aprendizaje de distintas formas de danza en contextos urbanos”. 
Se especializa en antropología del cuerpo, antropología de la danza, antropología del género y antropología de las juventudes, y trabaja en la construcción del campo de la antropología de las artes escénicas y performáticas. Las temáticas de sus investigaciones incluyen: prácticas, representaciones y experiencias durante la formación en danzas clásicas, danza contemporánea y expresión corporal; artes performáticas en espacios públicos; trayectorias y circuitos de asociatividad en artistas; construcción de corporalidades y subjetividades en torno al break-dance en espacios públicos; estrategias teórico-metodológicas en la investigación socioantropológica sobre artes escénicas y performáticas; discursos y experiencias en torno a embarazo, parto, puerperio y maternidad; poéticas de artistas transgénero. Actualmente realiza trabajo de campo con grupos de break-dance y con crews de MCs (raperos) de distintos barrios del partido de La Plata.
Se desempeña como coordinadora del Grupo de Estudio sobre Cuerpo (GEC), en el Centro Interdisciplinario Cuerpo, Educación y Sociedad (CICES), dentro del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS-UNLP/CONICET), desde su formación el 30 de mayo de 2008. En el mismo instituto de investigaciones dirige proyectos de investigación desde el año 2013: "Artes performáticas en espacios públicos, corporalidades y políticas del "estar juntos". Un estudio de las prácticas y las representaciones en grupos de danza, teatro, circo y música en el partido de La Plata", en el período 2013-2014, y "Formación de asociaciones de artistas y prácticas en espacios públicos en el partido de La Plata. Un estudio de las prácticas y las representaciones en grupos de danza, teatro, circo y música", en el período 2015-2016. Integra como investigadora el Laboratorio de Estudios en Cultura y Sociedad (LECyS-FTS-UNLP), participando en proyectos sobre circuitos y trayectorias juveniles y sobre experiencia urbana, con la dirección de la Dra. Mariana Chaves.
Es Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra Antropología Sociocultural II de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP. Ha sido docente-investigadora en la Facultad de Trabajo Social de la UNLP, en la Licenciatura en Psicomotricidad de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y en distintos Institutos Superiores de Formación Docente.
Ha publicado libros, capítulos en libros y artículos en revistas científicas nacionales y extranjeras, y ha participado en reuniones científicas del país y del exterior. 
Toma clases de danza desde los 6 años.

viernes, 5 de junio de 2009

Mariana del Marmol

Mariana del Mármol es Doctora en Antropología por la Universidad de Buenos Aires y Licenciada en Antropología por la Universidad Nacional de La Plata. Su tesis de doctorado, dirigida por la Dra. Ana Sabrina Mora, se titula "Una corporalidad expandida. Cuerpo y afectividad en la formación de los actores y actrices en el circuito teatral independiente de la ciudad de La Plata". 
Fue becaria doctoral de la Universidad Nacional de La Plata y del CONICET y actualmente es becaria post-doctoral de este mismo organismo con el proyecto "Asociación, colaboración y reciprocidad en la producción y gestión del teatro independiente de la ciudad de La Plata".
Integra el Grupo de Estudio sobre Cuerpo (CICES-IdIHCS-UNLP/CONICET) desde su creación en el año 2008 y desde allí, participa en investigaciones colectivas acerca de la corporalidad en las artes escénicas y performáticas, generando espacios de articulación entre el arte, las ciencias sociales y la filosofía.
Fue organizadora del I y II Encuentro Platense de Investigadores en Danza y Performance y del ECART - III Encuentro Platense de Investigadores en Artes Escénicas y performáticas. Fue parte del comité organizador nacional del I Encuentro Latinoamericano de Investigadores sobre Cuerpo y Corporalidades en las Culturas. Integró el equipo organizador del Festival Danzafuera.
Coordinó la edición del libro Ni adentro ni afuera. Articulaciones entre teoría y práctica en la escena del arte publicado en el año 2013 por Club Hem editores.
Fue docente de la materia Cultura, Estado y Salud en la Carrera de Enfermería Universitaria de la Universidad Nacional de La Plata, de la cátedra de Antropología de la Salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y del Bachillerato para Adultos con Orientación en Salud CEBAS N°48.
Desde 2014 se desempeña como Ayudante Diplomada de la Cátedra Etnografía I (Facultad de Ciencias Naturales y Museo) y como adscripta a la Cátedra de Epistemología de las Artes (Facultad de Bellas Artes) de la UNLP.
Ha publicado capítulos en libros y artículos en revistas científicas y ha participado diversas reuniones científicas y artísticas a nivel local y regional.
Es actriz y bailarina. Fue alumna de la carrera de Expresión Corporal de la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata y realizó numerosos talleres y seminarios de investigación y creación en danza. Actualmente continúa su formación en Danza Contemporánea y Teatro y participa de diversas actividades y proyectos vinculados a la creación y producción en artes escénicas.

jueves, 4 de junio de 2009

Gisela Magri

La Plata, 1982. Se formó en técnica vocal y repertorio popular con Emilce Vasaro, Lidia Borda, y Paola Gamberale en EMPA, así como en danza y teatro (Escuela Danzas de La Plata/Escuela de Teatro de la Pcia de Bs As / Diana Rogovsky /Laura Valencia) y en la carrera de Música Popular de la FBA - UNLP. Es Lic. en Antropología, egresada de la UNLP. Integró el dúo/cuarteto de tango “Todo menos la canción”(2001 - 2004), Magri-Palumbo tango(2005 - 2008), con quien grabó el trabajo "Tango Linde" (magripalumbotango.bandcamp.com) editado en forma independiente en 2006, y ha participado de diversas formaciones musicales en tango, folklore argentino y latinoamericano, samba y mpb. En 2012 lanzó su primer trabajo discográfico solista "Glicina oscura, tango y samba enredados", Acqua Records, 2012, (www.facebook.com/giselamagrioficial) el cual ha sido recibido elogiosamente por la crítica (glicinaoscura.com.ar). Desde 2008 junto a otras antropólogas/artistas funda el Grupo de Estudio sobre Cuerpo (CICES/IdIHCS-Conicet/FHCE/UNLP), desarrollando desde ese equipo su formación e investigación teórico-práctica sobre la voz y el canto como práctica corporal, sociocultural y artística, así como diversos proyectos de investigación colectiva y encuentros de investigadores/performers (www.facebook.com/ecart.lp) . Ha trabajado como docente en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP, y dictado el taller “Canto desde el cuerpo” para el Proyecto de Extensión Universitaria "Identidades en movimiento" en 2010 y 2011. Fue intérprete/ creadora de la obra de danza contemporánea "Fierro" dirigida por Diana Rogovsky, para la cual además realizó la creación sonora. Ha dictado clases y talleres de canto en espacios culturales autónomos de La Plata y Ensenada. Desde 2011 es becaria de investigación de UNLP y actualmente de Conicet, y es estudiante del Doctorado en Artes – Línea de Formación en Artes Contemporáneo Latinoamericano – de la Facultad de Bellas Artes de esa casa, con su proyecto “Cantantes contemporáneos de Música Popular latinoamericana en La Plata”. Desde 2013 integra el colectivo-asociación Cuchá! Músicos Platenses Produciendo (cuchamusicos.com.ar).

miércoles, 3 de junio de 2009

Mariana Lucia Saez



Mariana Lucía Sáez, es Licenciada en Antropología por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo (FCNyM, UNLP) y Doctora de la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, orientación Antropología.
Integra el Grupo de Estudio sobre Cuerpo (Centro Interdisciplinario Cuerpo, Educación y Sociedad, Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, UNLP-CONICET) desde su formación en el año 2008.

Se desempeña como Ayudante Diplomada de la Cátedra Etnografía I (Facultad de Ciencias Naturales y Museo) y como adscripta a la Cátedra de Epistemología de las Artes (Facultad de Bellas Artes, UNLP).
Ha participado en proyectos de investigación, publicado artículos y asistido a diversas reuniones científicas y artísticas.
Es además bailarina y docente de danza. Formada en Danza Clásica y Danza Contemporánea en la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata, complementó sus estudios en forma independiente asistiendo a talleres, cursos y seminarios de distintas técnicas y disciplinas. Ha sido parte de diferentes grupos de danza con los que ha realizado diversas obras y presentaciones y ha participado en encuentros y festivales. Ha cursado las "Clínicas de Investigación y Montaje", del Centro Cultural de la Cooperación y el "Curso de Formación para la Colaboración Cultural. Red en Movimiento 2.0", organizado por la Red Sudamericana de Danza y Cultura Senda.
Actualmente integra “Aula 20”, Grupo de Danza Contemporánea de la Facultad de Bellas Artes (Universidad Nacional de La Plata) y forma parte de la compañía independiente “Proyecto en bruto”, que ha sido subsidiada por el Instituto Prodanza para la realización de dos de sus producciones.

martes, 2 de junio de 2009

Juliana Verdenelli


Juliana Verdenelli es Licenciada en Sociología por la Universidad del Salvador (USAL), estudiante del Doctorado en Antropología Social del IDAES- UNSAM y de la Maestría en Antropología Social de FLACSO.   
Integra el Grupo de Estudio sobre Cuerpo coordinado por Sabrina Mora (CICES-IdIHCS-UNLP/CONICET) y se ha incorporado recientemente al Núcleo de Estudios Antropológicos sobre Danza, Movimiento y Sociedad coordinado por María Julia Carozzi (IDAES- UNSAM).
Como becaria doctoral del CONICET se encuentra en las etapas iniciales de su investigación sobre “Sexualidades y moralidades en movimiento. El baile social del tango en el contexto contemporáneo”.
Ha participado en proyectos de investigación, publicado artículos y asistido a diversas reuniones científicas y artísticas.
Entre el 2011 y el 2014 integró el equipo de capacitación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSyPR- MSAL). Asimismo, durante los años 2013 y 2014 se desempeñó como docente de la materia Métodos Cualitativos de Investigación en la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador. En el 2011 dictó el seminario Terapias Corporales, en el marco de la Diplomatura en Danza dirigida por Oscar Araiz en la Universidad Nacional de San Martín.
Es además profesora de yoga (Centro Ananda) y danza movimiento terapeuta (Universidad CAECE). Fue alumna del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) y posee formación artística en danzas clásica, contemporánea y tango. Actualmente continúa sus estudios en diversas técnicas y disciplinas de manera independiente, a la vez que participa de actividades y proyectos vinculados a la creación y producción en las artes escénicas.










Natalia Mariana Pagano

Licenciada en Psicología egresada de la U.N.L.P, formada en psicodrama y psicodanza en la Asociación Argentina de Psicodrama y Psicoterapia de Grupo y formándose en en infancia, niñez y adolescencia en la UBA.

Realizó estudios en danza contemporánea, clásica y trabajo corporal con las maestras Mariana Estévez, Florencia Olivieri y Diana Rogovsky, en el “Centro de Formación y Producción Artística La Casa”. Participó en distintos seminarios y talleres de creación coreográfica, improvisación y análisis del movimiento dictados por Diana Rogovsky, Eugenia Estévez, Marie Bardet, como así también en distintos seminarios y laboratorios de Contac Improvisación dictados por Elina Bonard, Fernanda Tappatá. Ha participado también de las “Clínicas de investigación y montaje en danza” coordinadas por Gabily Anadón del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), entre otros.

Realizó cursos en la Universidad Federal de Bahía (UFBA) Brasil.

Participó como intérprete en la obra y videodanza “Siempre” y como creadora e intérprete de la obra “Cuerpo de Baile”, producciones del Colectivo Siempre -Arte y acción política del cual es integrante desde el año 2006, como así también en la obra independiente “Diverge (e)n A” junto a Carolina Escudero, bajo la asistencia de Diana Rogovsky. Actualmente participa en la creación e interpretación de una obra de danza en proceso, bajo la dirección de junto a Mariana Del Mármol bajo la dirección de Fernanda Tappatá.

Es Integrante del Grupo de Estudios sobre el Cuerpo, GEC. Radicado en el Núcleo de estudios Sociales, NES. Facultad de Trabajo Social, UNLP.

Actualmente ha comenzado la carrera de Licenciatura en Filosofía en la UNLP. Se encuentra dando clases de trabajo corporal en el curso de formación de Yo-auxiliar en Psicodrama en la Asociación Argentina de Psicodrama y Psicoterapia de Grupo, realizando el taller junto a Gisela Magri “De movimiento y Voz” perteneciente al proyecto “Identidades en Movimiento” de la Facultad de Bellas Artes en la Unidad Penitenciaria 45. Forma parte del equipo interdisciplinario en el Servicio de Pediatría del Hospital Gutiérrez de La Plata. Desempeñándose en consultorio privado en terapia individual y en grupos terapéuticos de psicodrama y psicodanza y trabaja en el consultorio interdisciplinario del Programa: “Acción Niñez”, protección de niñas, niños y adolescentes contra la violencia institucional, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata. Integra desde el año 2012 el equipo de trabajo de la Obra del Padre Cajade.

Karina Marelli


Se encuentra cursando el último año del Profesorado de Artes en Danzas (Expresión Corporal) en la Escuela de Danzas Clásicas de la ciudad de La Plata.

Participa de las Clínicas de Investigación y Montaje 2011, dirigida por Gabily Anadón, Centro Cultural de Cooperación Floreal Gorini.

Es Licenciada en Biología y miembro del Grupo de Estudio sobre Cuerpo (GEC) que funciona desde el 2008 en el NES (Núcleo de Estudios Socioculturales) - Facultad de Trabajo Social – UNLP, coordinado por la Lic. Ana Sabrina Mora.

Actualmente se desempeña como docente en diversos ámbitos. -En talleres para niños: “Laboratorio de Arte” para niños/as, realizado en el Centro Cultural Islas Malvinas y “¡A moverse como un animal! Con el cuerpo que tenemos.” que se desarrolla dentro del Proyecto de extensión “de Vacaciones con los Dinosaurios”, en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo desde febrero de 2008 hasta la fecha. -En el Taller “Salud en Movimiento” destinado a adultos mayores. Este taller forma parte del Proyecto de Extensión Universitaria de UNLP en convenio con Pami. -De Biología en nivel Secundario y Superior.

Ha participado en distintas actividades relacionadas con el movimiento, entre ellas: Seminario Acercamiento teórico-práctico a la percepción y a la acción, dictado por Marie Bardet. Espacio LEM .Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Seminario Intensivo de Improvisación dictado por Eugenia Estévez, La Casa estudio-La Plata; Clases de Danza Contemporánea dictadas por Nidia Martínez Barbieri, La Casa estudio-La Plata; Clases de Danza Contemporánea, técnicas de Improvisación y Composición dictadas por Alejandra Ferreyra Ortiz, La Casa estudio-La Plata; Laboratorio Contac-Improvisación Equilibrio dinámico, dictado por Fernanda Tappatá, Espacio abierto, La Plata; Clases de Aproximación a la Danza Butoh dictadas por Rocío Salmoiraghi; Seminario Análisis del Movimiento Laban, dictado por Gabriela Pérez Cubas en el marco del Proyecto de Extensión de la Escuela de Danza Clásica de La Plata; Seminario Método Feldenkrais, Dictado por Klgo. Roberto Liaskowsky, TEM. La Plata; Taller de Artes del Circo, dictado por Fernanda y Juliana Alessandro; Centro Cultural “El Núcleo”, La Plata; Taller de Danza Aérea dictado por Brenda Angiel, Centro Cultural Rojas, CABA; Clases sueltas de Contac-Improvisación con Cristina Turdo, Andrea Fernández, Paula Barata y Eliana Bonard. Centro Cultural Favero. La Plata; Clases de Sensopercepción dictadas por Isabel Etcheverry, TEM, La Plata; Curso “Creatividad: un hecho global” dictado por Marga Iñiguez (España), TEM, La Plata.

María Eugenia Martins

martes, 5 de mayo de 2009

Lucía Belén Merlos

Profesora de Arte en Danza IPA (2008) y Licenciada en Arte UNSAM (2014).
Comenzó su carrera de formación artística en la Escuela Secundaria (Centro Polimodal de Arte, ciudad de Mar del Plata) donde cursó el Trayecto de Arte Profesional, recibiéndose de Técnica en Danza con orientación en Intérprete (2004). Continuó sus estudios en el Instituto Superior de Arte (Mar del Plata) obteniendo el título de Profesora de Artes en Danza con orientación en Expresión Corporal (2008). Realizó cursos, seminarios, y congresos en las ciudades de Mar del Plata, Capital Federal, La Plata, Laprida y Santiago de Chile, Universidad Complutense de Madrid (sede La Plata), Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA), Universidad Católica Silva Henríquez (Chile), entre otros.
Actualmente es estudiante de la Especialización en Danza con línea de formación en Análisis de la Producción Coreográfica en la Facultad de Bellas Artes (U.N.L.P.). Y se encuentra finalizando estudios de  Maestría en Educación Corporal  en la  Facultad de Humanidades  y Cs. de la Educación (U.N.L.P.).
En lo artístico, realizó muestras en carácter de intérprete-bailarina de danza clásica, contemporánea, folklóricas e improvisaciones en distintos espacios de la ciudad de Mar del Plata como en el Teatro Payró, Teatro Auditórium, Teatro Colón, Centro Cultural V. Silvina Ocampo y Villa Victoria Ocampo, presentándose también en el Congreso de Arte, Cultura e Identidad Latinoamericana, así como en el Ciclo de Solos no convencionales. Participó como artista en la Semana de las Artes, en reiteradas ocasiones (Propuesta del Centro Polimodal de Arte). Fue integrante del Grupo de Intervenciones Artísticas Urbanas ArteColectivo (2005-2007) con obras en la vía pública en la ciudad de Mar del Plata, siendo luego parte de ENTEPOLA (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano) en Santiago de Chile (2006).
En lo profesional se desempeñó en el área de Salud, como profesora de Expresión Corporal en Artquimia, proyecto de Extensión de la UNMDP (Arte y salud mental) y en Arte-Saludable, destinado a trabajar expresiones artísticas y creativas con niños. En el área de educación dictó talleres y fue profesora de Arte, Juegos Teatrales y Expresión Corporal en diferentes proyectos y escuelas como el Colegio Albert Einstein, Colegio Leonardo Da Vinci (Nivel Inicial),  Festival de Cine para niños DIVERCINE,  Colegio San Vicente de Paul (Nivel E.S.B.), Colegio Nahuel Huapi (Nivel primario), en el periodo desde el 2007 – 2008, en la ciudad de Mar del Plata. Actualmente se desempeña como Profesora de Arte en Danza en escuelas estatales en la ciudad de La Plata, Prov. de Buenos Aires.

viernes, 1 de mayo de 2009

Graciela Tabak



Graciela Tabak es Profesora Nacional de Expresión Corporal y Psicomotricista.

Realiza investigaciones sobre la anatomía del movimiento desde las diferentes técnicas corporales desde hace más de 20 años.

Se ha formado en Sensopercepción, Eutonía, Feldenkrais, Dance Ability y el Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento.

Actualmente escribe la Tesina en la Licenciatura en Psicomotricidad de la UNTREF.

Realiza actividad privada con niños, adolescentes y adultos, desde un abordaje corporal.

Ha participado como panelista en Congresos de Psicomotricidad y Técnicas corporales.

Se ha desempeñado en la UNTREF como ayudante en las Cátedras de Postura y Movimiento y de Anatomía.

Ha coordinado cursos destinados a personas que trabajan con niños en el Estudio Kalmar-Stokoe de Capital Federal

Coordina actualmente un Colectivo de Arte, Salud y Educación.

Fue coordinadora del Área de niños en la diplomatura de Expresión corporal. Corrientes-Corrientes.

Se ha formado en la investigación con relación a los patrones de movimiento y su uso terapéutico.

miércoles, 15 de abril de 2009

Mónica Isabel Menacho

Mónica Isabel Menacho es Profesora de Filosofía por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata y Becaria Doctoral de CONICET, especializándose en las concepciones de cuerpo de René Descartes y Maurice Merleau-Ponty. Asimismo, es Bailarina, formada en Danza Clásica, Contemporánea y Contact Improvisación en la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata y con diversos maestros de esa ciudad y de la ciudad de Buenos Aires.

Se ha desempeñado como Ayudante Diplomada en las cátedras Problemas Filosóficos Contemporáneos (Fac. de Periodismo y Comunicación Social, UNLP) Filosofía (Fac. de Trabajo Social, UNLP),  Historia del Pensamiento Filosófico y Científico (FaHCE, UNLP), Pensamiento Científico y Metodología de las Ciencias Sociales (CBC, UBA) e Introducción a la Filosofía (FaHCE, UNLP). Actualmente se desempeña como Jefe de Trabajos Prácticos de la cátedra Introducción a la Filosofía de la FaHCE, UNLP.

Como parte de su labor de investigación, ha participado como expositora en diversos congresos, jornadas y simposios de filosofía y artes escénicas. Ha publicado capítulos de libros entre los cuales se cuentan “Algunas conexiones entre arte y filosofía: el interés por lo genuino en las artes performáticas y la “confusa claridad” del estilo personal” en Sáez, Mariana Lucia et. al. Ni adentro ni afuera. Articulaciones entre teoría y práctica en la escena del arte. Editorial Club Hem Editores, La Plata, 2013 y “Esquema Corporal y Hábito en Merleau-Ponty: algunos “parecidos de familia” con los interrogantes de la danza del s.XX”, en Torrano, Andrea & Videira, Antonio (Comp.) Representación en Ciencia y Arte. Volumen 3, Editorial Brujas, Córdoba, 2011. Actualmente se encuentra en la etapa de escritura de su tesis doctoral, titulada “Merleau-Ponty lector de Descartes. Continuidades y discontinuidades en las concepciones de percepción, cuerpo, movimiento y espacio en René Descartes y Maurice Merleau-Ponty” bajo la dirección de la Dra. Silvia Manzo (CONICET – IdIHCS- UNLP) y la Co-dirección de la Dra. Ariela Battán Horenstein (CONICET – UNC).

Desde 2005 a la fecha complementa sus estudios en Danza Contemporánea, CI y Composición Coreográfica de forma independiente asistiendo a talleres, cursos y seminarios, entre los cuales se cuentan el Laboratorio de Investigación Escénica a cargo del Área de Danza del Centro Cultural de la Cooperación, con los Profs. Silvio Lang, Viviana Iasparra, Eugenia Estévez  y bajo la coordinación general de Gabily Anadón, en el C.C. de la Cooperación, Cdad. de Bs. As., 2009.

Se ha desempeñado como intérprete en la obra de Danza contemporánea Fierro, bajo la Dirección de Diana Rogovsky, subsidiada por el Instituto Prodanza; como performer en el marco de la Residencia Crepúsculo, coordinada por Laura Valencia en el marco del Festival Danzafuera y en Árboles en conversación, intervenciones y performances coordinadas por Laura Valencia y Dani Lorenzo, en espacios públicos de la Ciudad de La Plata, 2013.

En 2011 ha conformado junto a León Villar y Victoria Calvente el grupo de Danza/Performance Brazo de mujer, con quienes co-creado la obra Antes de yo- tú, todo es todo y la obra/performance 12,4m., la cual ha sido incluida en Emergency Index vol. 2, Ugly Duckling Presse, New York, 2012. Se ha presentado con Brazo de mujer en diversos festivales y funciones en la ciudad de La Plata y Ciudad de Buenos Aires. Actualmente continúa su trabajo dentro del grupo. 

Desde diciembre de 2013 forma parte del Grupo de Estudio sobre Cuerpo (CICES-IdIHCS-UNLP/CONICET).



lunes, 6 de abril de 2009

Ludmila Hlebovich

Es Licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional de La Plata, Intérprete Bailarín en Danza Contemporánea por la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata y becaria doctoral del Proyecto PICT (ANPCyT) “La dialéctica de la modernidad en Walter Benjamin. Entre el mito y la potencia crítica de una nueva ilustración”. Es integrante del Grupo de Estudio sobre Cuerpo (CICES-IdIHCS-UNLP/CONICET) y adscripta a la Cátedra de Filosofía Contemporánea (FaHCE-UNLP). Ha continuado su formación artística a partir de distintos seminarios y ha participado de proyectos de creación escénica así como de distintos eventos artísticos y reuniones académicas. En el marco de la carrera de grado y de dos Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas (UNLP y CIN), ha iniciado sus estudios sobre el rol del cuerpo en la crisis de la experiencia diagnosticada en la filosofía benjaminiana. Actualmente continua con dichas investigaciones bajo el Plan de Trabajo titulado “Experiencia, cuerpo y montaje: hacia una reconfiguración de la subjetividad en la filosofía de Walter Benjamin”. 

viernes, 3 de abril de 2009

Elizabeth López Betancourth

ELIZABETH LÓPEZ BETANCOURTH.

Licenciada en Etnoeducación de la Universidad del Cauca (Colombia) y actual estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación de la UNLP. Becaria Doctoral de CONICET (2014-2019) e investigadora sobre corporalidades con y desde comunidades étnicamente diversas. Ha desarrollado trabajos con población indígena y afrocolombiana a través de procesos educativos desde diferentes enfoques. Vinculada al trabajo con y desde la danza desde el año 2004. Como investigadora se especializa en educación, arte y política, arte y memoria, antropología de la danza y trabaja en la construcción del campo de la antropología de las artes escénicas y performáticas. El tema de su proyecto vigente de investigación individual es  “Corporalidades y Acción Política. La danza contemporánea para la construcción de memoria en Colombia y Argentina”  Es profesora de Yoga, terapista Shiatsu y continúa su formación en danza con diferentes maestros de Colombia y Argentina, en diversas técnicas de danza, artes y disciplinas orientales como Butoh,  Kung fu y Yoga.

jueves, 26 de marzo de 2009

Daniela Camezzana

Es Licenciada en Comunicación Social con orientación en Periodismo por la Universidad Nacional de La Plata. Su tesis de grado titulada “La empresa social Hecho en Buenos Aires. Un discurso sale a la calle” abordó la construcción de la identidad social de los vendedores en el marco de dicho proyecto. Como docente formó parte de la cátedra Teoría y Prácticas Narrativas II de la Universidad Nacional de Avellaneda hasta el 2014. También es ayudante del Taller de Gráfica I. Cátedra II de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social desde su creación en el 2013. Además, en el marco del Banco de Asesores de Tesis de dicha facultad, realiza el seguimiento del trabajo final “Estrategias de comunicación para fortalecer la identidad de la danza como práctica cultural”, entre otros. Ha participado en proyectos de investigación, publicado artículos y asistido a diversas reuniones científicas y artísticas. Como periodista trabajó en la Radio Universidad (2006-2010), la sección de Cultura y Espectáculos del Diario Diagonales (2010-2012) y la Revista Maíz (2012-2014) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. En el campo de la planificación, desarrolló estrategias de comunicación institucional, así como también participó de propuestas puntuales como la muestra INDUSTRIA ARGENTINA. Apagada/ Encendida en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, la II y III Bienal Universitaria de Arte y Cultura y distintos eventos de la Secretaría de Arte y Cultura de la UNLP. Es además bailarina y performer. Comenzó sus estudios en talleres de formación teatral pero se abocó en los últimos años a la exploración del movimiento y la danza a través de distintas técnicas y disciplinas. Presentó diversos trabajos de investigación escénica como Ensayo Alcalino (2015 - 2012) y Vestida de Datos (2013). Como intérprete participó de la obras Under de sí (2015), Muerde (2012), Plataforma Danza (2011), Una fiesta debajo del mundo (2011). En el 2009, organizó junto Eray Arce, la jornada de danza Cielo Abierto, Parque Cerrado que reunió coreógrafos de La Plata y Buenos Aires en el Parque Saavedra.

sábado, 7 de febrero de 2009

Lucía Reinares

Profesora de Danza Expresión Corporal- Escuela de Danzas Clásicas de La Plata (2016) y estudiante avanzada de la Licenciatura en Antropología-UNLP. Integra el Grupo de Estudios sobre el Cuerpo desde el año 2015.


En relación con lo académico ha participado en experiencias de investigación, extensión y docencia, tanto en calidad de asistente, de organizadora o en el dictado talleres. Es Becaria EVC-CIN en la actualidad con dirección de Ana Sabrina Mora y co-dirección de Mariana Sáez. El Plan de trabajo se titula “Arte, Politica e identidad en murgas de la ciudad de La Plata”.


En el campo de lo artístico ha tomado clases, seminarios y talleres de danza contemporánea, tango, folklore, murga y candombe. Es Profesora de Arte en Danza en nivel inicial y con adultos mayores en diferentes instituciones de la ciudad de La Plata.